¿Cómo funciona el sector eléctrico en Chile?

La energía llega a nuestros hogares a través de tres procesos: generación, transmisión y distribución. CGE se encarga de garantizar un servicio permanente y de calidad para todos sus clientes.

Descripción general sector eléctrico
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La actual legislación eléctrica de Chile organiza el mercado eléctrico nacional en un sistema en el que las empresas privadas se encargan de prestar los servicios de electricidad. Estas empresas funcionan en mercados competitivos y no competitivos, pero todas cumplen con una regulación de precios y de calidad.
Son tres los segmentos de actividad: generación, transmisión y distribución de energía eléctrica. Estos están definidos según si pueden ser parte de un mercado en el que exista la competencia (varias empresas ejerciendo el mismo servicio) o si la producción de energía debe concentrarse en una sola empresa.
Conociendo los segmentos de actividad

  • Generación

Es el proceso tecnológico que transforma las fuentes de energía primaria -toda aquella energía disponible en la naturaleza- en energía eléctrica transportable. En este segmento, la competencia y la existencia de diferentes actores es legal, aunque la ley faculta a la autoridad para obligar la interconexión de las instalaciones eléctricas, y así asegurar un sistema eficiente y seguro para todos.

La coordinación del sistema de generación está a cargo del Centro de Despacho Económico de Carga (CDEC), que determina planes de operación, líneas de transmisión y subestaciones de poder del sistema, para garantizar que el suministro sea seguro, al  menor costo posible y que llegue a todas las personas.

Los generadores enfrentan demandas que provienen de tres mercados básicos: Empresas Concesionarias de Distribución, Clientes no Sujetos a Fijación de Precios y Otros Generadores.

Es el transporte de la energía desde los puntos en donde se genera hasta los centros de consumo masivo a través instalaciones de transmisión, que son las líneas y subestaciones de transformación que operan en tensión nominal (tensión eléctrica de trabajo para la cual fue diseñado un artefacto eléctrico) superior a 23 kilovoltios (kV).

Las economías de este servicio operan como monopolio, ya que la inversión debe ser única. Es por eso que la legislación eléctrica lo define como un segmento regulado en el sistema. Los propietarios de sistemas de transmisión establecidos, como concesionarios de líneas de transporte de energía –cableado eléctrico- o cuyas instalaciones usen bienes nacionales de uso público (como, por ejemplo, cualquier espacio de la vía pública) deben permitir el paso de la energía a los interesados en transportarla. A cambio, estos deben usar estas instalaciones pagan al propietario a través de peajes, con precios unitarios de energía y potencia transportada.

Fase en la que lleva la energía a los usuarios finales, es decir, la electricidad que podemos usar en nuestros hogares: instalaciones, líneas y transformadores que operan en tensión nominal igual o inferior a 23 kV. Al tratarse de un monopolio natural (aquel en que la actividad está a cargo de una sola empresa), los precios deben ser regulados para los clientes finales.

La actividad funciona bajo concesiones de distribución, por lo que las empresas a cargo deben dar servicio de electricidad a las zonas de concesión otorgadas, mientras que las tarifas para clientes con capacidad conectada inferior o igual a 2000 kW son fijadas por la autoridad. Por otro lado, los precios de suministro para clientes con capacidad superior se acuerdan libremente.

Los clientes que tienen una potencia conectada mayor a 500 kW pueden optar entre la tarifa regulada y una de precio libre, después de un período mínimo de 4 años en el régimen que hayan escogido y comunicando su cambio con al menos 12 meses de anticipación.

El sistema regulatorio -vigente desde 1982- ha permitido un gran desarrollo del sector eléctrico, además de lograr que el cambio desde un sistema de propiedad estatal a otro de propiedad privado, no afectara los niveles de calidad y seguridad de la electricidad entre 1982 y 1990. El sistema ha generado altas tasas de inversión durante la última década, la diversificación de la oferta en generación e importantes reducciones en los costos de producción, transporte y distribución de energía.

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